Dr. Juan C. Arguello
Médico general con especialidad en Cirugía plástica
juancarguello@hotmail.com
La familia como sistema recibe de manera frontal el impacto de una adicción, de modo que no existe familia que no se afecte y muestre síntomas de disfunción, cuando uno de sus miembros se enferma de adicción.
Paradójicamente además, la familia afectada por la adicción, termina produciendo un sistema de conductas que apoyan al desarrollo de la adicción. A esto le llamamos codependencia.
La codependencia se define como el ciclo de patrones de conducta, y pensamientos disfuncionales, que producen dolor, y que se repiten de manera compulsiva, como respuesta a una relación enferma y alienante, con un adicto activo o en una situación de toxicidad relacional.
¿Quiénes desarrollan codependencia?
La codependencia puede ocurrir en cualquier persona que está en contacto con la adicción de otra persona, ya sea un familiar, amigo, compañero, pareja o cliente que sufra de adicción. Además existen otros desordenes de conducta y enfermedades que pueden generar codependencia, tales como la esquizofrenia, la violencia, el maltrato y las neurosis. Toda persona expuesta a estos desórdenes, puede desarrollar codependencia.
Muchas veces alguien que ha desarrollado codependencia por crecer en una ambiente disfuncional adictivo, no manifiesta grandes síntomas hasta que se casa o forma una relación de pareja. Por otro lado, con mucha regularidad las hijas de adictos, terminan casándose con otros adictos, aún sin que esto sea una decisión consiente.
La codependencia se caracteriza por una serie de síntomas tales como:
1. Dificultad para establecer y mantener relaciones intimas sanas
2. Congelamiento emocional
3. Perfeccionismo
4. Necesidad obsesiva de controlar la conducta de otros
5. Conductas compulsivas
6. Sentirse sobreresponsables por las conductas de otros
7. Profundos sentimientos de incapacidad
8. Verguenza tóxica
9. Autoimagen negativa
10. Dependencia de la aprobación externa
11. Dolores de cabeza y espalda crónicos
12. Gastritis y diarrea crónicas
13. Depresión
1. Dificultad para establecer y mantener relaciones intimas sanas
2. Congelamiento emocional
3. Perfeccionismo
4. Necesidad obsesiva de controlar la conducta de otros
5. Conductas compulsivas
6. Sentirse sobreresponsables por las conductas de otros
7. Profundos sentimientos de incapacidad
8. Verguenza tóxica
9. Autoimagen negativa
10. Dependencia de la aprobación externa
11. Dolores de cabeza y espalda crónicos
12. Gastritis y diarrea crónicas
13. Depresión
Estos síntomas se presentan primero en la relación enferma que produce la tensión, pero luego se transfiere a las demás relaciones del codependiente.
Deterioro de la relación familiar:
Las relaciones familiares y la comunicación se van haciendo cada vez mas disfuncionales, debido a que el sistema familiar se va enfermando progresivamente. La comunicación se hace más confusa e indirecta, de modo que es más fácil encubrir y justificar la conducta del adicto. Esta disfunción se va convirtiendo en el estilo de vida familiar y produciendo en muchos casos el aislamiento de la familia de los contactos sociales cotidianos. Las reglas familiares se tornan confusas, rígidas e injustas para sus miembros, asi como los roles de cada miembro familiar que se van distorsionando a lo largo del proceso de avance de la adicción. Todos los miembros de la familia se afectan de este sistema de reglas disfuncionales, y es allí, donde los niños van formando su carácter codependiente, que puede facilitar el desarrollo de adicciones o de relaciones enfermas en el futuro.
La conducta codependiente es una respuesta enferma al proceso adictivo, pero además se convierte en un factor clave en la evolución de la adicción. O sea que la codependencia promueve el avance del proceso adictivo. A este concepto le llamamos “facilitación”.
Existen diversas formas que toma la facilitación que oscilan entre la colaboración y la agresión. Los codependientes no pueden darse cuenta de que están facilitando el problema, en parte por la negación y en parte porque están convencidos que su conducta está justificada, debido a que están “ayudando” a que el adicto no se deteriore más, y a que la familia no se desintegre.
El maldiagnóstico es más frecuente de lo que pensamos, que las personas codependientes acudan en busca de ayuda médica, pero sin mencionar el problema que les aqueja en el seno familiar, por lo que los profesionales de salud encargados de hacer el diagnóstico, terminan etiquetándolo como “depresión” o simplemente “estrés”. A pesar de que la codependencia cursa con sentimientos depresivos, es importante tener en cuenta de que la depresión en este caso, es un síntoma de la codependencia, y esta a su vez es causada por el proceso adictivo que ocurre en la familia. Si se logra hacer el diagnóstico correcto, es más probable que la familia reciba la ayuda apropiada para resolver la codependencia y la adicción.
Recuperación de la codependencia :
Así como la adicción es una enfermedad tratable, la codependencia también lo es. El tratamiento de la codependencia puede consistir en una mezcla de psicoterapia y asistencia a grupos de autoayuda, hasta sesiones estructuradas de terapia familiar. Muchas veces la recuperación de una familia afectada por la adicción, comienza con la recuperación de los codependientes, sin embargo es necesario que el codependiente ponga el foco en su propia recuperación y cuidado personal, para que esto ocurra.
Los grupos de autoayuda para familiares de adictos, pregunte en su área los grupos de apoyo existententes que usted y su familia pueda asistir.
La codependencia es el resultado del impacto de la adicción en la familia. Esta codependencia se manifiesta a través de patrones de conducta y relación que son disfuncionales y que facilitan el desarrollo de la adicción. La codependencia es tratable y la recuperación es posible.
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