Ramón Hernández, es conducido desde el tribunal en Denison
después de que fue declarado culpable de homicidio vehicular y de proporcionar marihuana y alcohol a cuatro adolescentes en enero pasado. |
Carroll Daily Times Herald
Un jurado encontró a Ramón Hernández, de 26 años, de Denison, culpable el 20 de octubre de los nueve cargos penales en su contra — la mayoría de ellos delitos graves punibles con hasta 25 años de prisión cada uno — por homicidio vehicular y por proveer marihuana y alcohol a cuatro adolescentes.
El veredicto llegó tres días después del comienzo del juicio, cuando el abogado de la acusación, Roger Sailer, Fiscal del condado de Crawford, contó esta historia de lo que Hernández hizo la noche del 18 de enero:
“Hernández dio cerveza y marihuana a cuatro adolescentes, uno de los cuales fue su hermano menor, mientras ellos bebieron en una casa desocupada que un amigo de Hernández estaba renovando”.
Sailer continuó diciendo que Hernández bebió nueve cervezas y fumó dos cigarrillos de marihuana con los adolescentes de entre 15 y 19 años. Más tarde, Hernández manejó al norte de la ciudad y, por una razón desconocida, se salió de la carretera hacia una zanja y un campo agrícola, del cual no pudo escapar con el automóvil.
Valeria Acosta Rodríguez, llora el jueves mientras relata sus últimas
horas con su hermana, quien fue arrastrada por el río Boyer en enero. |
Condujo a más de 3,000 pies a través del campo, sobre un derecho de vía de ferrocarril, y se sumergió en el río Boyer, donde el automóvil aterrizó sobre sus ruedas, y Hernández y sus pasajeros escaparon.
Cuatro de ellos, incluido Hernández, se subieron al techo del automóvil, donde se acurrucaron durante cuatro horas mientras grandes trozos de hielo pasaban junto a ellos en el río. Uno de los adolescentes se aferró a la orilla del río a poca distancia del auto.
Cuatro de ellos, incluido Hernández, se subieron al techo del automóvil, donde se acurrucaron durante cuatro horas mientras grandes trozos de hielo pasaban junto a ellos en el río. Uno de los adolescentes se aferró a la orilla del río a poca distancia del auto.
Los cuatro decidieron nadar desde el techo después de que un gran trozo de hielo golpeó el automóvil, y el hermano menor de Hernández pudo ascender a la orilla del río y buscar ayuda.
Yoana Acosta, de 15 años, fue arrastrada por el río poco después que llegaran los servicios de emergencia.
El abogado defensor de Hernández argumentó que su cliente no era responsable de la muerte de Acosta porque la adolescente no murió hasta horas después del accidente.
“No estoy contento de que alguien haya muerto”, dijo el abogado Thomas Campbell, de Omaha, durante su discurso de clausura ante los jurados. “Alguien murió, pero eso no significa que tengas que encontrar a alguien culpable de un crimen”.
El Fiscal del condado de Crawford, Roger Sailer, que procesó a
Ramón Hernández, pronuncia su discurso de clausura del juicio. |
Campbell buscó desacreditar las historias de los adolescentes porque entraron en conflicto, y porque al menos uno de ellos era parcial en contra de Hernández: Valeria Acosta Rodríguez, ahora de 20 años, hermana de Yoana Acosta.
“Su hermana murió. Ella está molesta”, dijo Campbell. “Pero eso no significa que lo encuentres culpable en un caso criminal”.
Acosta Rodríguez entre lágrimas recordó en la audiencia sus últimos momentos con su hermana, ya que se aferraron a la orilla del río y un oficial arrojó una cuerda para agarrarse.
“Yo estaba débil. No sentía mis pies”, recordó Acosta Rodríguez, mientras sus padres lloraban en la galería del tribunal. “Sé que mi hermana, ella no estaba tocando el agua”. La vi. Ella estaba en la orilla del río. Ella me decía que tomara la cuerda”.
Entonces ella se le soltó de la mano y desapareció en las aguas heladas del río.
Un informe de la autopsia dijo que se ahogó. Su cuerpo fue descubierto unos ocho días después río abajo.
Sailer, el fiscal, reprendió vehementemente la idea de que Hernández no fuera penalmente responsable de la muerte de Acosta. Él contó las numerosas malas decisiones que Hernández tomó esa noche.
Si Hernández no hubiera bebido nueve cervezas, “¿hubiera muerto Yoana Acosta?”. Si no hubiera fumado marihuana, “¿habría muerto Yoana Acosta?”. Si él no hubiera conducido esa noche, “¿habría muerto Yoana Acosta?”.
Si Hernández no hubiera bebido nueve cervezas, “¿hubiera muerto Yoana Acosta?”. Si no hubiera fumado marihuana, “¿habría muerto Yoana Acosta?”. Si él no hubiera conducido esa noche, “¿habría muerto Yoana Acosta?”.
El abogado defensor Thomas Campbell,
durante sus comentarios finales en el juicio contra su cliente. |
Con cada pregunta en rápida sucesión, el padre de Acosta lloraba y gemía, cada vez más fuerte, hasta que salió de la sala y golpeó las manos.
Los miembros del jurado deliberaron durante aproximadamente 3 horas y media y regresaron esa mañana para finalizar sus discusiones. El juez Jeffrey Neary leyó los veredictos a las 11:30 AM.
Un ayudante del sheriff esposó a Hernández quien compartió unos breves momentos con un grupo de familiares y amigos que lo abrazaron y lloraron.
Hernández enfrenta décadas de prisión cuando sea sentenciado. Cada uno de los cuatro cargos por marihuana tiene una sentencia mínima obligatoria de 10 años porque los crímenes sucedieron dentro de 1,000 pies de un lugar donde los niños se reúnen.
© Jared Strong es reportero del Daily Times Herald. Traducción de Rebecca McKinsey, reportera del Daily Times Herald.
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