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Otro problema que acarrea el consumo de la metanfetamina es la llamada «boca metanfetamínica», nombre dado al deterioro de los dientes provocado por los largos periodos de sequedad bucal y pobre higiene oral durante los periodos de consumo intenso.
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LA PRENSA
Redacción
Los funcionarios de salud pública de Iowa informaron esta semana que las admisiones al tratamiento con metanfetamina en Iowa aumentaron en un 38% en el período que va de 2014 a 2017.
En el mismo período, las muertes en Iowa relacionadas con las anfetaminas, incluida la metanfetamina, se multiplicaron por ocho, según el Departamento de Salud Pública de Iowa.
El viernes es el Día Nacional de Concientización sobre la Metanfetamina, y los funcionarios de Iowa recuerdan a los habitantes de este estado que la metanfetamina sigue siendo una gran preocupación.
“La metanfetamina es ahora la segunda droga más reportada por los adultos en el momento del ingreso al tratamiento, adelantándose a la marihuana por primera vez”, dijo Katie Bee de la Oficina de Abuso de Sustancias de la agencia de salud.
Ella dijo que el alcohol sigue siendo el número uno para los adultos, mientras que la marihuana sigue siendo la droga número uno para los juveniles.
“Es importante que los habitantes de Iowa sepan que la ayuda está disponible en la red de tratamiento de Iowa, que se puede encontrar en yourlifeiowa.org”, dijo Bee.
La metanfetamina es un estimulante altamente adictivo y más comúnmente es un polvo blanco e inodoro.
A corto plazo, sus efectos incluyen mayor atención y actividad, disminución del apetito y latidos cardíacos rápidos.
A largo plazo, las consecuencias incluyen paranoia, alucinaciones, cambios en la estructura del cerebro, pérdida de memoria, agresión y problemas dentales graves.
Fue sintetizada en Japón, en 1919, tomando como modelo la molécula de anfetamina. Sin embargo, sólo comenzó a comercializarse en 1938 con el nombre de Methedrina. Originalmente se utilizaba en descongestivos nasales e inhaladores bronquiales.
La molécula de metanfetamina tiene la habilidad de cruzar muy fácilmente la barrera hematoencefálica. Esta habilidad permite que los niveles de sustancia en el cerebro alcancen unas 10 veces los niveles en sangre, logrando ejercer su acción casi exclusivamente sobre el sistema nervioso central.
Los efectos de la metanfetamina pueden durar hasta 6 o 12 horas. Esto genera un creciente agotamiento físico, psicológico y cognitivo, que, a la larga, degenera en problemas cardiovasculares graves. La droga bloquea las señales somáticas (como fatiga, sueño, hambre) que advierten sobre el deterioro funcional progresivo. En estos casos, una vez que la droga abandona el organismo, estos sujetos pueden experimentar estados de gran agitación psicomotriz, a veces asociados con comportamientos violentos y delirios persecutorios, llegando a cuadros de disociación psíquica apenas distinguibles de los que caracterizan a una esquizofrenia de tipo paranoide.
Fue sintetizada en Japón, en 1919, tomando como modelo la molécula de anfetamina. Sin embargo, sólo comenzó a comercializarse en 1938 con el nombre de Methedrina. Originalmente se utilizaba en descongestivos nasales e inhaladores bronquiales.
La molécula de metanfetamina tiene la habilidad de cruzar muy fácilmente la barrera hematoencefálica. Esta habilidad permite que los niveles de sustancia en el cerebro alcancen unas 10 veces los niveles en sangre, logrando ejercer su acción casi exclusivamente sobre el sistema nervioso central.
Los efectos de la metanfetamina pueden durar hasta 6 o 12 horas. Esto genera un creciente agotamiento físico, psicológico y cognitivo, que, a la larga, degenera en problemas cardiovasculares graves. La droga bloquea las señales somáticas (como fatiga, sueño, hambre) que advierten sobre el deterioro funcional progresivo. En estos casos, una vez que la droga abandona el organismo, estos sujetos pueden experimentar estados de gran agitación psicomotriz, a veces asociados con comportamientos violentos y delirios persecutorios, llegando a cuadros de disociación psíquica apenas distinguibles de los que caracterizan a una esquizofrenia de tipo paranoide.
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