Donald Trump |
Es una institución fundada por el magnate neoyorquino a finales de los años 80. Su propósito inicial fue gestionar los ingresos derivados de las ventas de su libro más famoso: The Art of the Deal.
Durante dos décadas, Trump fue el único donante de la institución, que recibió de su bolsillo 5.4 millones de dólares entre 1987 y 2006. Desde entonces, Trump no ha vuelto a donar un solo dólar a la fundación que lleva su nombre. Este extremo, según los expertos, no es habitual en una fundación familiar.
David Fahrenthold, reportero del Washington Post, ha investigado en detalle el dinero recibido por la Fundación Trump. Donaciones por valor de 2.3 millones de dólares son el fruto de peticiones directas del magnate, que pidió a varias empresas que abonaran dinero que le debían a través de la 5fundación.
En 2011 el canal Comedy Central donó 400,000 dólares a la fundación después de que Trump apareciera en uno de sus eventos. Unos años antes, el empresario neoyorquino Richard Ebbers hizo un pago de 1.9 millones de una forma similar. Es posible que lo hiciera para no pagar impuestos por esos ingresos. Si los hubiera recibido en su cuenta corriente, no habría tenido más remedio que declararlos. Recibirlos a través de su institución benéfica haría más sencillo engañar al fisco.
Los expertos aseguran que Trump estaba obligado a declarar esos ingresos pese a cobrarlos a través de su fundación. Pero es imposible comprobar si lo hizo: el aspirante republicano se niega a desvelar sus declaraciones de impuestos como han hecho todos los candidatos presidenciales desde 1980.
La fundación ha dedicado parte de su presupuesto a causas benéficas, pero también hecho gastos mucho más polémicos. En 2007 la institución usó 100,000 dólares para saldar una disputa legal con el ayuntamiento de Palm Beach. Cinco años después, donó 158,000 a una fundación de un tal Martin Greenberg como parte de un acuerdo judicial sobre un campo de golf.
La Fundación Trump pagó por un casco firmado del jugador Tim Tebow y por dos retratos de sí mismo que el magnate adquirió en una subasta benéfica. Uno de esos dos retratos está colgado en su hotel de Doral.
En 2013 la fundación hizo su pago más polémico: una donación de 25,000 dólares a la campaña de la fiscal general de Florida, la republicana Pam Bondi. Ese pago tuvo lugar cuando Bondi estudiaba si debía presentar cargos contra el magnate por las denuncias de personas que habían pagado por graduarse en la Universidad Trump. El candidato republicano se vio obligado a pagar una multa de 2,500 dólares por haber vulnerado la legislación electoral.
Por las revelaciones del reportero Fahrenthold, que desveló hace unos días que la Fundación Trump no tenía la licencia necesaria para solicitar donaciones en Nueva York.
En ese estado las fundaciones operan con dos tipos de licencia. La primera se conoce como EPTL y es la que tienen instituciones familiares que no administran donaciones de terceras personas. La segunda se conoce como 7A. La Fundación Trump ha actuado desde el principio con una licencia EPTL. Ese estatus le ha permitido operar sin tener que presentar una auditoría independiente sobre su actividad.
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