¿Por qué los latinos debemos de luchar para nosotros mismos?

15 de junio, 2016

Omar Padilla, izquierda y Rob Barron

Fundadores de la organización Latino Political Network (Red Política Latina)

Sitio web: lpniowa.com

Poco después del bombardeo de Pearl Harbor, el famoso cineasta estadounidense Frank Capra creó “Why We Fight” («Por Qué Luchamos»), una serie de películas de propaganda de la Segunda Guerra Mundial. La misión de Capra era marcar un contraste entre los valores y la libertad en Estados Unidos y el totalitarismo para explicar por qué necesitábamos participar en la Segunda Guerra Mundial.

Capra triunfó como también lo hizo la Gran Generación de nuestro país. El mundo por el  que lucharon entonces hoy en día se ve muy distinto. Pero sí existen retos a nivel nacional y en nuestra ciudad, y queremos describir el motivo por el cual los latinos luchamos el uno por el otro.

Los ridículos e intolerantes comentarios de Donald Trump han recibido demasiada atención. En su camino a la fama ha atacado a muchos con su retórica, principalmente a los inmigrantes latinos y sus familias, a quienes señaló ya en su primer discurso como candidato.

El último esfuerzo para minimizar y aislar a los latinos para sus propias ventajas fue el ataque de Trump contra el juez Gonzalo Curiel por tan solo ser latino y cumplir con su deber. Como fiscal, Curiel afrontó a los sanguinarios carteles, teniendo que vivir bajo protección de los Alguaciles Federales en una base naval por haber recibido amenazas de muerte. Pensar que comentarios intolerantes de un egocentrista billonario podrían contaminar la lealtad que tiene Curiel a la ley que va más allá del racismo. Es una locura narcisista.

Trump atacó enérgicamente al Juez Curiel por ser miembro de la asociación de Abogados La Raza de California, un colegio de abogados latinos. Esta organización  se formó en 1977 para apoyar a los abogados latinos y chicanos. En el momento de su fundación había mucho menos abogados latinos en California de los que hay hoy en día y eran escasas las oportunidades para ejercer liderazgo como jueces o miembros de los colegios de abogados locales.

Conocemos esa sensación. Hace un año formamos Latino Political Network (Red Política Latina) porque a pesar de que algunos latinos habían empezado a ganar elecciones en Iowa,  sólo  ocupaban una docena de los 7.500 puestos elegidos en Iowa. Hemos viajado por todo el estado predicando sobre el empoderamiento político y hemos visto la elección de los primeros latinos en las juntas escolares de Ottumwa y Cedar Rapids.

Los ataques contra la organización Abogados La Raza  no captan el propósito que tienen organizaciones como esa y la nuestra. Aun son demasiado escasas las oportunidades que tienen los latinos para ejercer liderazgo en los ámbitos políticos y judiciales. Si pretendemos aprovechar los cambios demográficos eligiendo a más latinos, nos tenemos que apoyar entre nosotros. La organización Abogados La Raza  merece reconocimiento por haber ayudado a crear un ambiente legal en el que hoy en día ejercen 4.000 abogados latinos.

Esta semana hemos presenciado el impacto de la falta de representación latina a nivel de nuestro gobierno local. El periódico Des Moines Register ha criticado la propuesta planteada por el Consejo Municipal de establecer una hora límite para las camionetas de comida, ya que la ciudad apoya una ordenanza que recorta las horas de operación para el segmento de las camionetas de comida que operan los latinos. Su argumento parece consistir en una estrategia de marcar el contraste entre “ellos y nosotros,” a la hora de tomar decisiones: “Ellos atraen actividad cuestionable.”  “Esta gente...”  “Su basura…”

Un hecho que salta a la vista en la política, es que, si uno no se encuentra en la mesa, se encuentra en el menú; es decir, que quien no participe en la toma de decisiones puede sufrir las consecuencias de las mismas. Los latinos aún no tienen voz en el Consejo Municipal de Des Moines, por lo tanto, nos encontramos en la mira.

Frente a las razones por formar Abogados La Raza Lawyers y la Red Política Latina consideremos el impacto local de las decisiones como la ordenanza sobre las camionetas de comida y la falta de representación en el consejo de quienes serían más afectados (negociantes y consumidores). 

Aún hoy, 70 años después de que nuestro país salió de la oscuridad de la Segunda Guerra Mundial, la libertad individual se consigue o se niega de manera desproporcionada en nuestras comunidades. Tenemos que estar conscientes de las maneras directas e indirectas en que los poderosos  marginalizan y desprecian sistemáticamente a los que no cuentan con ese mismo poder. Es por eso que luchamos y nos organizamos.