Entrevista con Félix Maradiaga, líder opositor al gobierno de Daniel Ortega

31 de octubre 2018

Nicaragua

“El régimen de Daniel Ortega está aislado internacionalmente”

Joshy Castillvo

Periodista

@JoshyCastillo

Octubre 31, 2018. El cabildeo a nivel internacional en contra de Daniel Ortega por parte de los opositores al régimen es una de las fortalezas para sacar del poder al septuagenario dictador. 

Félix Maradiaga es un nombre que suena en este cometido por sus relaciones con líderes mundiales. Maradiaga tuvo que salir exiliado de su país Nicaragua, luego de una orden de captura girada en su contra. Conocido por su carácter afable, Maradiaga es uno de los principales críticos del gobierno de Daniel Ortega. En 2007 empezó a trabajar el tema de los DDHH precisamente cuando Ortega regresó al poder tras varios intentos y cuando los espacios de protesta se empezaron a cerrar para los críticos del régimen. 

Hombre de una gran fe, confía en Dios y en el pueblo de Nicaragua para que este país recupere la democracia. 

LP ¿Qué crees que pasará con la opinión internacional y la comunidad de naciones que ven como el régimen ha recrudecido la represión?

Félix Maradiaga

FM Creo que el régimen de Daniel Ortega está internacionalmente aislado, precisamente porque los crímenes cometidos por su gobierno y la represión, son imposibles de ocultar. Por más de una década, el régimen se venía beneficiando que Nicaragua estaba fuera del radar de las noticias internacionales. Mientras Centroamérica sufría una crisis de seguridad, Nicaragua se presentaba como un modelo de estabilidad. Pero al caerse la máscara del régimen, el verdadero rostro del régimen ha quedado al descubierto.  

LP ¿El cabildeo de ustedes con los actores políticos internacionales da resultado?

FM Yo soy cauteloso en el balance de la incidencia internacional, ya que a pesar de los avances, aún queda mucho por hacer. Los especialistas en temas internacionales coinciden en que en el caso de Nicaragua la comunidad internacional se ha movido con una celeridad pocas veces vista. Sin embargo, el sistema internacional sigue siendo lento y no se ha respondido a la medida de las necesidades de una población que está desesperada por la falta de libertades y la violencia política. Hay resultados, como es el aislamiento del régimen, pero aún son insuficientes. 

LP Algunas personas creen que los medios internacionales bajaron la cantidad de publicaciones sobre Nicaragua. ¿Podría perjudicar esto al movimiento civil espontáneo de las calles?

FM Lamentablemente era esperable que la cobertura noticiosa sobre la crisis de Nicaragua disminuyera con el tiempo. El ciclo de las noticias es muy dinámico y en el mundo surgen muchas crisis que compiten por la atención de los medios. Mantener el interés noticioso es muy importante porque de alguna forma, al perderse ese foco mediático, hay cierta pérdida de motivación de la lucha cívica. Por su parte, el régimen trabaja fuerte en dar una falsa idea de normalidad, aunque sabemos que nada está normal en Nicaragua.

LP El presupuesto de la República fue reducido en mil millones. ¿Qué consecuencias económicas puede acarrear esto?

FM La magnitud de la violencia política en Nicaragua ha sido tal, que es inevitable que no afecte a la economía. El primer signo de esas afectaciones es apreciable en las finanzas públicas, que se han tenido que ajustar al descenso de la recaudación fiscal y a la pérdida de préstamos de las multilaterales.  La principal consecuencia económica es el decrecimiento del PIB y con todo lo que eso implica como es el desempleo. El régimen va a hacer todo lo posible por culpar a las personas que protestaron por la recesión. Está a la vista que ellos son los culpables y que Ortega ya perdió toda capacidad de ser un factor de estabilidad económica y política para Nicaragua.  

LP Finalmente ¿cómo está tu familia y vos luego del exilio obligado? 

FM Mi familia está fuerte y unida en la convicción de que este difícil camino de la lucha cívica, era caro pero también necesario. Hay familias que han sacrificado mucho más. Desde este exilio obligado, y que espero sea temporal, estoy trabajando más fuerte que nunca en la búsqueda de una salida rápida y pacífica de este régimen opresor, a la vez que buscamos justicia para todas las víctimas de la violencia en Nicaragua.

*La autora es periodista